Un país sin pobreza es un lugar donde todas las personas tienen la oportunidad de vivir con dignidad, acceder a servicios básicos de calidad, participar en la vida económica y política, y disfrutar de una vida libre de privaciones extremas. En este país, las políticas públicas están orientadas a eliminar la desigualdad social y económica, brindando igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos para mejorar su bienestar y calidad de vida.